La convivencia

Una corta entrada. Una vez más , la falta de respeto entre colegas. Lo veo a diario, a nadie le importa lo que hace el otro, uno se siente ignorado por completo la mayoría de las veces, falta de reconocimiento del trabajo y de las mismas personas, tal vez por un saludo que no fué, eso ya duele. 

Como la lluvia no termina en BA, fui al club que me queda a dos cuadras, en mi dia libre, a la mañana a la pile un rato y ahora a la tarde a una clase de yoga, a la profe la conozco de la pileta ya hace tiempo, y es una de las seguidoras de este blog!!!

La clase de yoga es para relajar, para concentrarse, para reencontrarse con lo interior. El salón donde se da la clase, y otras clases de gimnasia en diferentes  horarios, está pegado al gimnasio de aparatos, y desde ahí se puede ver la pileta. Como en todos los gimnasios hay música muchas veces tipo boliche a volumen muy alto, a veces cosas para mi desagradables como el reggaeton o cosas que realmente no se definir porque ya estoy lejos de lo que es moda entre los pibes. Por suerte nunca ponen wachiturros ni cumbia, algo es algo!!!

El tema es que la profe trae su música para la clase, a muy bajo volumen, tuvimos un rato de clase muy bien, y poco a poco, desde el gimnasio se escuchaba más fuerte la música, el piso vibraba, en fin, no era un excelente momento para la relajación, y hasta resultaba absurdo escucharla hablar en voz  bajita, y de fondo el boliche del gimnasio . En un momento tuvo que salir a pedirles que bajaran la música. Es necesario algo asi? Teniendo en cuenta que la clase de yoga dura una hora, no sería esperable que se respetara ese horario y se bajara el volumen de la música en el gimnasio? Es algo tan difícil? 

Y todo es asi, no hay códigos de convivencia, cosa de la que se habla continuamente en las escuelas sin saber siquiera qué es la buena convivencia, y que deriva de la educación. 

No todo es tan malo sin embargo, bajaron la música, pudimos seguir la clase. A veces, en la pileta, uno liga alguna piña de otro que pasa nadando con manoplas, y si bien alguna vez se sufre, otras veces piden disculpas, y eso es bueno. 

Lo peor de todo es la jungla de la calle. A veces no quiero salir nada más que para no enfrentarme con la gente. Me preocupa el tema. Que yo no quiera salir no es bueno, y cada vez me cuesta más meterme entre los otros, ver la miseria en las calles, la basura, toparme con alguien metido en una manta tirado en la vereda como algo normal, a cada rato, como si fuera una parte más del paisaje, como si fueran árboles. No entiendo que me está pasando. Mañana, parece que tengo un rato de remo, si no llueve!!!!. Y ahora a ver el pan que tengo en el horno.