La foto lo agranda, en realidad, fue casi un cherry, las plantas en un balcón céntrico se debilitan, mucho smog, mucho ruido, me da la impresión, además de que les falta el sol que necesitan y la cantidad de tierra suficiente, que en una pequeña maceta no pueden tener, de que están estresadas, como nosotros en esta ciudad de locura y en una avenida donde de día y de noche se escuchan bocinazos.
viernes, 18 de octubre de 2013
tomate balcón
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Ubicación:
Buenos Aires, Argentina
jueves, 17 de octubre de 2013
árboles del botánico
Las clases de jardinería no son muy entretenidas por el estilo conservador del profesor, en el aula, dicta, pero cuando explica es muy bueno, y varias veces salimos por el botánico a explorar los árboles, aquí algunas fotos, desordenadas, caóticas, ya que hay que salir con el anotador, muy difícil sacar fotos con ese sistema. Yo resigné el anotador, e intenté sacar cada árbol con su respectivo cartel con su nombre científico, pero luego, mezclado todo , la verdad es que no es raro que se me mezclen y pase un papelón poniendo el nombre de uno con la foto de otro. De todos modos, los compañeros no son amantes de la informática y no parecieron interesados en preguntar cómo se llamaba este blog para entrar y al menos ver las fotos.
Algunas observaciones, muchas clases de robles, hay un roble de hojas gigantes, y está el roble de los pantanos, que da una bellotas chiquitas que encontré en el delta en una de mis salidas de remo, y me parecieron bellotas, pero no de las que ya conocía. Otro árbol interesante que vimos, es el alcornoque, que según las explicaciones del profe, está en vías de extinción, y por eso ahora los corchos del vino son o de plástico o una mezcla pero no de corcho verdadero, y se reserva el material para los vinos muy caros. De todos modos, en Mendoza algunas explicaciones difirieron de estas, cuando visitamos el año pasado las bodegas, pero uno puede hacer un mix y quedarse con lo que cree que se ajusta a las dos versiones.
sábado, 12 de octubre de 2013
la hermana elena
Sábado a las 6: 30 de la mañana salimos en micro dos viajeras con destino a Gualeguaychu, Entre Ríos. Super dormidas, pero con un objetivo muy importante: visitar a la hermana Elena, nuestra profesora de lengua y literatura del colegio, directora de la primaria por algunos años, y probablemente catequista también. A veces es difícil recordar todo, aunque nos parezca que no nos olvidamos de nada, en el momento de ordenar el pasado aparecen las dudas. Pudimos ponernos al día con la charla en el viaje. En mi caso, fué la primera vez que crucé a Entre Ríos.
Pasadas las 10 de la mañana llegamos a la terminal, con un mapa que yo imprimí la noche anterior, con la certeza de que tendríamos una 6 cuadras desde la estación de micros hasta la villa Malvina de Clavarino, lugar donde se encuentra el colegio y la residencia de las monjas. Consultamos en la oficina de turismo, y estábamos equivocadas, teníamos un camino bastante largo hasta el colegio, con un clima amenazante de lluvia. Posibilidades pocas: remis, con opción a ser estafadas, como nos había advertido la hermana Elena en un mail, o un colectivo, no sé si el único de Gualeguaychú, que nos llevaría hacia el centro, más otro que estaba en prueba, o sea, no sabían si pasaba o no. El primero de los colectivos, el 2, pasaba cada media hora, la empleada de la oficina de turismo, miró el reloj y nos dijo que ya estaría por pasar, solo había que cruzar la calle para tomarlo. Nos despedimos inmediatamente, y pescamos justo el bondi en cuestión que venía, y nos dejó en el centro. Cabe destacar que a pesar de la diferencia demográfica que tenemos en BA con Gualeguaychú, los conductores son imprudentes y ansiosos igual que acá en la ciudad, asi que hay que andar con mucho cuidado. Ahi bajamos, en la calle Primera Junta , que desembocaría en la calle Lestonnac, donde se encontraba el colegio. Como no venía el otro colectivo "a prueba", decidimos pasar por una panadería a comprar unas galletitas para llevar, y comenzamos a caminar, con la idea de tomar el "3", que nunca vino, y asi llegamos caminando. Pocas cuadras antes, se largó muy fuerte la lluvia, asi que gracias a una inusual lucidez que tuve al preparar la mochila, tenía dos capas para lluvia, que nos vinieron excelente para caminar por las calles tranquilas del pueblo. Llegamos a Lestonnac, enseguida a la escuela, con la hermana Elena seguramente detrás de la puerta mirando por la ventana, que vino a nuestro encuentro enseguida. Fué una alegría muy grande el reencuentro.
el patio del jardín de infantes, bajo la lluvia |
Comenzamos la recorrida por lo que llamó su casa, el colegio. Nos sorprendió, si bien era sábado, la paz del lugar, y la limpieza. Los corredores luminosos con asientos de madera, nos van llevando por los laboratorios, de física y de biología, llenos de ventanas, pasando por el comedor, el jardín de infantes, y finalmente la biblioteca, unas vitrinas enormes super pobladas de libros.
Vamos viendo el colegio...con esta guía |
el labo de biología |
Sospecho que debe ser
el lugar preferido de la hermana. También vimos la iglesia, y luego una
recorrida por los jardines y la vivienda propiamente dicha de las
monjas, que en otros tiempos fué de Malvina de Clavarino, siendo el
colegio producto de la donación de los terrenos y la casa. Bajo la
lluvia, tantas flores, tantos árboles, realmente nos invitaban a
quedarnos ahí, simplemente a mirarlos. La caminata fué en dos etapas,
interrumpida por un buen rato de mate en la biblioteca, donde charlamos,
recordamos y reflexionamos. Los jardines son increíbles , hay flores, árboles frutales y huerta. Nos sorprendió la hermana, invitándonos a almorzar con ella, ya que dábamos por terminada la visita luego del mate y la recorrida por los jardines, no solo comimos muy rico, sino que pudimos compartir otro rato de su compañía y sus relatos sobre los vecinos, los chicos del colegio, las otras monjas que son muy mayores, y los recuerdos para nosotras y nuestra historia. Salimos muy pero muy contentas de haber estado con ella, quedaron por supuesto las promesas de un nuevo encuentro, y salimos a caminar por las calles de Gualeguaychú a la hora de la siesta y bajo la lluvia.
el labo de física |
Todos los negocios estaban cerrados, hasta mas o menos las 5 de la tarde, no nos decidimos a ir a la costanera por temor a que no pasara ningún bondi por allí y no hiciéramos a tiempo a volver a la terminal a tomar el micro de vuelta, fuimos a caminar por el centro, tomamos un helado, no solamente por el helado, que estaba muy bueno, sino para sentarnos un rato a descansar, ya que nuestra actividad primordial fué la caminata. El viaje de vuelta, un poco lento, pero volvimos felices y emocionadas de haber encontrado a una hermana Elena tan vivaz, locuaz y afectuosa como la que dejamos en los años del colegio . Tengo mucho que recordar de la conversación, pero para mí lo más importante que nos dijo es que tanto amor dentro de un corazón con tanto para dar no puede terminarse con la muerte, en mi cabeza quedó resonando eso.
la residencia de Malvina de Clavarino, hoy viven allí las monjas |
nos vamos despidiendo del cole con la lluvia de gualeguaychu |
plaza de gualeguaychú, llegando al final de nuestra caminata
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Ubicación:
Gualeguaychú, Entre Ríos, Argentina
martes, 1 de octubre de 2013
semana de la botánica
Esta semana en la escuela de jardinería, se hace la semana de la botánica. Toda la semana hay dos conferencias diarias, y una muestra temática hecha por los alumnos de la escuela, en el patio. La clase de esta semana consiste en asistir a una de esas charlas. Estuve en dos: "la huerta en la ciudad", y "regalá una planta, regalá vida" . De la primera, saqué algunas buenas informaciones para mis cultivos de balcón, y en la otra se presentó un proyecto de promoción de la compra de plantas. Aquí algunas fotos del trabajo de los alumnos, la temática fué el Buenos Aires de la inmigración. Plantaron muchísimos rosales, aunque la floración se retrasó y no llegó a darse justo en la fecha de la muestra. También algunas de las flores que están en la entrada de la escuela.
Hasta comenzar este curso de jardinería, tuve una idea equivocada de este colegio técnico, y pensé que pertenecía al jardín botánico, y que los alumnos trabajaban ahí haciendo sus práctica. Cuando se me ocurrió preguntar por qué no hacíamos recorridos por el Botánico, ya que la escuela funciona en un espacio dentro del jardín, me explicaron que nada tienen que ver, que el colegio pertenece a la nación y el jardín a la ciudad, y que para que los alumnos visiten el Botánico hay que pedir un permiso especial. Pensé qué tontería, ya que los chicos podrían hacer pasantías e incluso mantenimiento del jardín, y que inútil el burocrático sistema educativo de estos tiempos.
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los rosales del patio, aun sin florecer |
puente temático |
azaleas en la entrada de la escuela |
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