sábado, 22 de noviembre de 2014

jornada de río bajo y gatas peludas


Salimos a remar una amiga y yo. Sábado cálido, presagio de mucha gente en el Tigre y en el río, un día para recorrer arroyos , amarrar, caminar, hacerse a un lado de las multitudes. Todo pintaba bien, como siempre que uno sale a remar, pero el río estaba muy bajo. Fuimos por el Luján hasta el Abra, con plan poco pretensioso de hacer el Abra de punta a punta y meternos en el Santa Rosa , amarrar y caminar. Ya por el Luján vimos una víbora muerta en el río, nos resultó asquerosa, luego basura en el río, lo que sale a flote, me decía mi amiga, sale lo peor del río cuando está bajo. 
Aquí, con dibujos de mi autoría paso a relatar el incidente que tuvimos en el Santa Rosa. Amarramos en un muelle vacío, y cuando nos disponíamos a comer notamos que los árboles que nos tapaban del sol, estaban llenos de "racimos" de gatas peludas.Ya nos habían picado, y era grande el riesgo de que se nos vinieran encima desde el árbol, en estos días hay una invasión de estos amables animalitos en el Tigre. Comenzamos a caminar y buscar un lugar, todos los árboles estaban igual, cuando volvíamos ya a buscar el bote y seguir viaje encontramos un hueco de pastito, sin gatas peludas, en la vereda, por decirlo de alguna manera, y nos sentamos a comer. Acostumbramos a tirar las cáscaras de banana o de otras frutas en el río ya que se degradan. Ocurrió que una cáscara no llegó al rio por un error de cálculo al arrojarla, pero no nos dimos cuenta.. Como suele suceder, un perro amigo compartió algo de comida, y de repente, para romper la calma del arroyo, sale un hombre de su casa y se para en el muelle. "Ustedes tiraron la cáscara de banana?" -violentamente pregunto, y ahi surgió una seguidilla de agresiones , sobre la cáscara que no había caído en el río. Tratamos de explicarle que la cáscara se degradaba, pero es inútil cuando la gente no tiene dentro más que agresividad, no escucha solo insulta. Hacía tiempo que no veia algo asi, y como si esto fuera poco, salió la mujer, a echarnos de un lugar que consideramos público, a los gritos también , diciéndonos "villeras" sucias. Al rato salen dos perritos, y les grito "Fuera con esta gente!" - creo que al menos tuvo la delicadeza de llamarnos gente, esperando que los encantadores perritos nos sacaran corriendo. Y para nuestras risotadas contenidas, fué adentro y volvió con un bichero para levantar la cáscara de banana como si fuera la inmundicia peor, y enarbolando ridículamente el bichero seguía dando clase acerca del guardado de cáscaras en bolsitas de plástico, y cuando nos fuimos, la perlita del día "villeras, deben ser de Berazategui! ". Indignadas por el nazismo de estos dos habitantes de tan hermoso lugar, seguimos hablando de ellos durante casi todo el tiempo de remo que quedó, habiéndolos amenazado con una "denuncia por discriminación" que no fué pero que tendríamos que haber hecho, fuimos a la oficina de turismo de la isla a relatar lo ocurrido.

1 comentario:

  1. Divino, Marina. Decime si visto así a la distancia no fué un paseo encantador y divertido.
    Despues de palear la basura del Lujan llegaste a un arroyito maravilloso y comiste bajo un techado de gatitas peludas, un privilegio!
    Es conocido el Santa Rosa como no amigable para remeros, con sus carteles "no amarrar" "muelle privado, prohibido, prohibido,...."
    Volvamos al Gelbes con tranquilidad, perfumes, sombra,,
    No conocía tu talento para las caricaturas, buenísimos los dibujos.

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