una más

Un comentario, un sentir nada más. Hace un rato bajé a abrir la puerta del edificio a alguien que se iba, y había un hombre afuera, y hacía, y hace cada vez más frío afuera. Me hizo señal para ver si le podía abrir la puerta del edificio, le hice un gesto podría decirse amable, de "lo siento pero no", cualquiera me diría muy bien felicitado, no hay que dejar pasar a nadie. Luego tocó timbre y se escuchó una voz del otro lado del portero eléctrico, yo seguía adentro aun conversando con la persona que salía. Pensé que ahí si, al abrir , podría dejarlo entrar, aunque siempre está la duda, con la que vivimos los porteños, de que podría ser una estrategia para meterse y robar. Igual habiendo escuchado que le habían respondido, iba a hacerlo entrar, pero cuando abrí ya se había alejado de la puerta y estaba esperando seguramente que bajaran a abrirle, pero en el medio de la vereda, ya no le dije nada. Sé que hice lo correcto por la seguridad, me sentí una basura de todos modos, porque me acordé de todas las viejas de mierda que alguna vez me dejaron afuera cuando toqué algún timbre y era invierno, y yo pensaba que no tenía cara de delincuente. Sin duda la situación de temor en BA es difícil de sobrellevar, en la entrada anterior escribí sobre el tema, y sin embargo ahora me siento una más. Justificadamente, muy justificadamente porque cada día al recorrer estas calles céntricas me siento mal, veo las caras, en su mayoría me asustan, vivo una especie de pesadilla a diario, de caminar entre basura, de miseria, de maltrato. Pero no alcanza para desensibilizarme, yo no quiero ser una más, cómo hago? .

los antisociales

Un par de días en Sierra de la Ventana, y hay gente que conversa, naturalmente conversan, dejan las puertas abiertas, las bicicletas sin atar, un pequeño reducto de los pocos que nos van quedando a los mal llamados "antisociales". Y resulta que los antisociales conversamos!. Conversamos cuando nos tratan bien, cuando no nos agreden. Y algunos  en Sierra de la Ventana, me comentaron sus paseos a BA.

Un comerciante contó lo impresionado que quedó cuando hace poco fué a conocer BA con sus hijos, pasó por el obelisco, vió alguien que se cayó, intentó ayudar y le dijeron el clásico "no te metás", vió todo lo que a diario me impresiona, la basura, la gente viviendo tirada en las veredas, y por supuesto quedó más conmocionado que nosotros, que estamos algo asi como inmunizados. Y lo que no puede ser, que me sorprende es esa inmunidad que yo aun no logre adquirir. Después contó su paso por el tren del San Martín, pensé que si hubiese pasado por el Roca o el Sarmiento, estaría mas shockeado, y también contó del subte, impresionado porque la gente apretaba a los chicos, los ignoraba, por el maltrato, por la indiferencia.

El jefe de la estación también me contó su paso por BA, a quien dijo haberle hecho la cruz, desde hace como veinte años, cuando vino a conocer ésta gran ciudad,  y su primo lo llevo a ver la cancha de Quilmes, y en el tren vió gente que rompía y maltrataba los vagones, y cuando quiso acercarse a reprenderlos, su primo se lo impidió por el peligro que representaba estar ante las barras de hinchas viajando en tren. Me contó varias anécdotas, del maltrato que reciben algunos cuando piden información sobre horarios y demás en Constitución, en fin, sorprendido, apenado por la falta de respeto a los mayores, sensible, yo diría imposibilitado para vivir aca en esta tierra de orcos donde se agreden unos a otros sin saber por qué. Alguien también dijo, veremos más adelante, cuando no podamos vivir más acá,  para donde podemos seguir escapando. Y si... escapando de esta cárcel abierta al mundo, de ésta ciudad de todos los argentinos, como dice en el cartel al comienzo de una autopista

finde en sierra de la ventana

Un finde donde rápidamente me olvido de todo lo que vivo en BA, y al volver el lunes, lentamente me re adapto a esta locura. Ya demasiadas entradas en éste blog para Sierra de la Ventana, pero nunca están de mas algunas nuevas fotos, de los mismos lugares. Viajé en el tren que sale los jueves de Constitución, pasando por Pringles, llegando el viernes a la mañana, 11hs de viaje a los saltos, por el estado en que están las vías. La vuelta fué por otro ramal, tuve que ir a Tornquist el domingo y volver desde ahí, ya que desde Sierra los trenes salen dos días a la semana y es imposible combinarlo con el trabajo, salvo en vacaciones. Fué la primera vez que vengo vía Tornquist, y me fué bastante bien. Tomé la combi en Sierra el domingo a las 17:40 llegando a Tornquist a las 18:35, y ahi me quedé en un bar , el Automoto, que es un club, haciendo tiempo hasta las 21 para tomar el tren de las 21:28, con esta vez 13hs de viaje.

 

 

 

 

gato en la puerta de mi habitacion

el gato en la puerta de mi habitación

en la zona del cerro Ceferino, o cerro del Amor, como se lo conoce más

el barrio nuevo que se está construyendo en la base del Cerro del Amor

la zona del dique del Sauce Grande en otoño

pié de la que escribe y saca las fotos

sombra de la fotógrafa

no me olvido de Van Gogh siempre que veo esta imágen

el antiguo hotel Pillahuinco, enfrente de mi hospedaje en la Arcadia

muy venido a menos el hotel, hay que investigar más el tema

más Sauce Grande, lástima que tiene poca agua para remar!

vuelta canal 8

Un día de densa remada, un nuevo recorrido, que intentamos reconocer como práctica, sin saber aun si nos anotaremos en la regata, pero con intención de hacerlo, por lo menos salimos. No fué un día tan lindo como ayer, nublado y frío, y el oleaje complicado, tanto que solamente para recorrer el trecho del Luján hasta el Carapachay, que habitualmente se hace rápido, le pusimos 50 minutos, una enormidad. Después el camino conocido, buscando el canal 8, que conecta el Carapachay y el Espera. Un tramo del Carapachay que otras veces no hacemos, ya que siempre salimos al Angostura. No sé si fue por el clima, por el recorrido desconocido, no se, lo unico que se es que estuvimos 6hs y media en el bote, sin parar en absoluto, para hacer este recorrido! cerca de  24 km, km mas km menos...

Luján-Carapachay-Canal 8-Espera-Sarmiento-Gambado-Luján

cara de incertidumbre, de cuándo se termina esto... .

Seguíamos estoicamente por el Carapachay, para ser domingo a la mañana, ni un alma... buscando el canal 8, pensando que estaría señalizado.  Nada... cuando habíamos pasado de largo la primera salida que vimos, pasó un bote, preguntamos, y con una sonrisa nos dijeron "recién lo pasaron", asi que rotamos y nos metimos en el canal 8, ilusionadas porque en cierta forma, estábamos ya en el camino de vuelta. Y después, el Espera, que no terminaba... como su nombre lo indica, hay que tenerle paciencia...

en el canal 8

arroyo gelvez

Con el nuevo horario de invierno, salir a las 13hs nos quedó un poco corto para un mayor recorrido, considerando que hay que devolver los botes antes de las 18hs. La intención era meternos por el arroyo Gelvez, en lugar de doblar por el Espera al salir del Angostura, y después salir al arroyo Toro, que no conocíamos, para salir al Capitán. Tal como planeamos, nos metimos en el Gelvez, al principio todo bien, pero no estaba lo suficientemente alto, y vimos , pensando que estábamos ya en el Toro, que cada vez se hacía más angosto, asi que llegado un punto tuvimos que rotar y pegar la vuelta. Luego seguimos por el Espera y nos metimos al Rama Negra, amarramos en el almacén para hacer una compra y escala técnica, y paramos unos minutos, pero teníamos ganas de caminar un poco por la isla, aunque evaluando el tiempo que nos quedaba, también emprendimos el regreso. Moraleja: hay que empezar un poco más temprano en invierno, aunque la verdad es que con el frío la cama atrae y es cada día más dificil madrugar.

Luján-Carapachay-Angostura-Gelvez-Espera-Rama Negra-Espera-Sarmiento-canal Bs As-Gambado-Luján

El supuesto Toro, que no era más que el Gelvez, nos confundió porque llega un punto en el que tiene un aspecto totalmente diferente, y se termina todo, es una selva, muy hermoso, pero distinto a lo que estamos acostumbradas. No hay nada. Cuanto más avanzábamos más se angostaba.

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se puede ver como se va angostando a medida que avanzamos

poco antes de llegar al club, vista del Luján casi a las 18hs, oscureciendo

La Marina, a la misma hora, y nuestra pala que indica que estamos llegando a la rampa de enfrente

el privilegio que tuvimos de compartir con el cielo y el rio el atardecer

los colores del delta en otoño, variado y hermoso

En este mapa, marqué aproximadamente lo que recorrimos hasta que pegamos la vuelta por el angostamiento, por decirlo de alguna forma. Nos equivocamos al pensar que estábamos en el Toro. Por lo que veo, el Toro desemboca en el Capitán muy cerca del Rama Negra, por donde muchas veces salimos, la diferencia es el recorrido más largo por el Gelvez-Toro hasta llegar al Capitán