martes, 25 de junio de 2013

una más

Un comentario, un sentir nada más. Hace un rato bajé a abrir la puerta del edificio a alguien que se iba, y había un hombre afuera, y hacía, y hace cada vez más frío afuera. Me hizo señal para ver si le podía abrir la puerta del edificio, le hice un gesto podría decirse amable, de "lo siento pero no", cualquiera me diría muy bien felicitado, no hay que dejar pasar a nadie. Luego tocó timbre y se escuchó una voz del otro lado del portero eléctrico, yo seguía adentro aun conversando con la persona que salía. Pensé que ahí si, al abrir , podría dejarlo entrar, aunque siempre está la duda, con la que vivimos los porteños, de que podría ser una estrategia para meterse y robar. Igual habiendo escuchado que le habían respondido, iba a hacerlo entrar, pero cuando abrí ya se había alejado de la puerta y estaba esperando seguramente que bajaran a abrirle, pero en el medio de la vereda, ya no le dije nada. Sé que hice lo correcto por la seguridad, me sentí una basura de todos modos, porque me acordé de todas las viejas de mierda que alguna vez me dejaron afuera cuando toqué algún timbre y era invierno, y yo pensaba que no tenía cara de delincuente. Sin duda la situación de temor en BA es difícil de sobrellevar, en la entrada anterior escribí sobre el tema, y sin embargo ahora me siento una más. Justificadamente, muy justificadamente porque cada día al recorrer estas calles céntricas me siento mal, veo las caras, en su mayoría me asustan, vivo una especie de pesadilla a diario, de caminar entre basura, de miseria, de maltrato. Pero no alcanza para desensibilizarme, yo no quiero ser una más, cómo hago? .

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