Hace tiempo que tenía ganas de compartir cosas que pienso, que vivo, que veo en la calle, y muchas veces tomé algún apunte para no olvidarme, pero la mayoría de las veces, me olvidé, porque se me pasó el dia, y sin ratos libres para comenzar.
Y escribir es tan bueno como tomar mate con sconcitos, hay que disponer de un rato, poner todo en la mesa: el termo, el mate, la panera con los sconcitos, y empezar. Y se hace hábito, y pasa el tiempo.
Empezar con un encuentro en un bar no está nada mal. Z. después de unos meses de viaje, con muchas cosas para contar, y poco tiempo, pero que ganas tenía de encontrarlo de nuevo! Y para él la primera página del blog.
Nos gustan los bares de Buenos Aires. No sé si tienen buen café o buenas medialunas, pero contienen muchísimas conversaciones, resoluciones de problemas, creaciones de problemas, problemas abiertos, que quedarán asi por quien sabe cuanto tiempo, historias de nuestros dias en el mundo, y eso es lo que más nos gusta.
Parece que hay ciudades con gente muy honesta, según me contó, muy organizadas, con el mar disponible todos los dias, donde se respeta al otro. Parece también que tenemos mucho que aprender x estos lados. Lo peor es la falta de esperanza que tengo al respecto. Pienso que le costará readaptarse a esta ciudad después de varios meses afuera.
Z. con proyectos, mas saludable, más tranquilo. Me hizo muy bien esta pequeña merienda juntos. Me dá mucha fuerza para seguir adelante.
Y escribir es tan bueno como tomar mate con sconcitos, hay que disponer de un rato, poner todo en la mesa: el termo, el mate, la panera con los sconcitos, y empezar. Y se hace hábito, y pasa el tiempo.
Empezar con un encuentro en un bar no está nada mal. Z. después de unos meses de viaje, con muchas cosas para contar, y poco tiempo, pero que ganas tenía de encontrarlo de nuevo! Y para él la primera página del blog.
Nos gustan los bares de Buenos Aires. No sé si tienen buen café o buenas medialunas, pero contienen muchísimas conversaciones, resoluciones de problemas, creaciones de problemas, problemas abiertos, que quedarán asi por quien sabe cuanto tiempo, historias de nuestros dias en el mundo, y eso es lo que más nos gusta.
Parece que hay ciudades con gente muy honesta, según me contó, muy organizadas, con el mar disponible todos los dias, donde se respeta al otro. Parece también que tenemos mucho que aprender x estos lados. Lo peor es la falta de esperanza que tengo al respecto. Pienso que le costará readaptarse a esta ciudad después de varios meses afuera.
Z. con proyectos, mas saludable, más tranquilo. Me hizo muy bien esta pequeña merienda juntos. Me dá mucha fuerza para seguir adelante.
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