viernes, 10 de agosto de 2012

después de una espera, la otra: caos en BA

La otra espera no fué tan buena, fué la del bondi. Como siempre digo, me afecta mucho vivir en el centro, no termino de acostumbrarme, pero estos días con la falta del subte, todo se volvió un caos. El retraso en la vuelta con el bote me puso nerviosa porque hoy quería llegar lo más temprano posible a Retiro para no entrar en hora pico. Llevar auto para ir hoy  a Tigre, ni lo pensé, salir o entrar al centro en estos dias es imposible. 

Hoy se cumplió la semana de paro de subte, y creo que cada día se siente peor. A la vuelta de Tigre, en el tren viajé muy bien, pero al llegar a Retiro, no puedo describir la situación que vi y que vivi. Colas larguísimas de gente esperando los bondis, bondis llenos desde la primera parada en la terminal. Yo busqué alternativas y tomé uno que no va a Constitución,  eso ayudó a que pudiera viajar sentada, ya que las colas de los que van allá eran espantosas. Si bien me senté , antes de llegar a Plaza de Mayo, ya no levantaba más pasajeros porque se había llenado completamente, en todas partes largas colas, y gente desesperada por subir aunque sea por la puerta de atrás. Nunca había visto una cosa igual.  Estoy agotada. No quiero pensar en todos los que sí o sí toman el subte todos los dias para ir a trabajar, ya pasaron una semana de este descontrol. 

Se que muchas veces los actores cuando tienen que comprender a un personaje de un determinado lugar, van a ver como vive, que le pasa, algo de realidad es necesaria para poder trabajar no sólo con lo que leen les alcanza. Un ejercicio similar deberían hacer las autoridades, del gobierno y de la ciudad, vivir aunque sea por un día,  no digo por un día, por una hora, si aguantan, el sufrimiento de los que viajamos todos los días en BA. Es muy difícil diagnosticar, definir, hablar, sin haber vivido lo que se está diciendo. Es como el cura dando clases de vida matrimonial, algo así. 

Para gobernar es necesario entender a la gente, y sin embargo, de un lado consideran gente a los que trabajan como manifestantes o a los subsidiados, y del otro lado,a las minas de Palermo Chico que la primera vez que agarraron una cacerola fué para golpearla para  reclamar por no se que estupidez. Y siempre se deja de lado a los que tenemos que ir todos los días al laburo, a los que si llegamos tarde o faltamos porque hubo un piquete o por el paro de no se quien o la manifestación de tal o cual cortó la calle, nos descuentan. 

Ecuaciones sin sentido: El que trabaja no puede ir a trabajar porque el subsidiado por no tener trabajo , le corta la calle porque quiere mas subsidio, o porque el otro trabajador le corta el medio de transporte. Los que gobiernan mantienen contentos a los subsidiados desocupados o a las señoras de Palermo Chico con la ayuda de los que no pueden ir a trabajar de otra forma que no sea como ganado que va al matadero, y sin embargo van. Unos cobran dinero que se les saca a otros en impuestos y deducciones, y otros son los dueños de las empresas para las que trabajan esas pobres vacas que viajan en el bondi. En fin, para que hacer tanto análisis en un lugar absurdo. Por suerte remé y después todo sufrimiento se vé diferente, y cierro los ojos cuando me voy a dormir, y veo el Espera, el Esperita, escucho los pájaros y el ruido del agua, y no hay nada más lindo para soñar.

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