Este es el tercer año que remo, y la primera vez que se me da vuelta el bote. Nuevamente, como pasó ya otra vez, se trabó el bote en unos troncos que hay en la intersección del canal Buenos Aires y el Sarmiento, por suerte ya volviendo, pero esta vez, no lo pude destrabar ya que no me dió tiempo a pedir ayuda, enseguida volcó. Contrariamente a lo que debería haber hecho, sabiendo nadar, me puse nerviosa y seguí pidiendo ayuda, agarrada del bote, y además tratando de alcanzar la bolsita donde tenía el agua y el celular, para poder avisar que entregaría tarde el bote. Quedé ahí, pensando como me ayudarían a dar vuelta el bote y poder subirme de nuevo, sin tener en cuenta que estaría lleno de agua...
El primero que me ayudó, me tiró el salvavidas, o me dijo que me agarrara al de mi bote, cosa que tampoco hice, y que no hubiese necesitado, solo tenía que nadar hasta el muelle que estaba ahi nomás.
Luego vinieron otros dos remeros, y me así de uno de los botes, que me "remolcó"hasta el muelle, adonde pude subirme y hablar y avisar. Descubrí que la bolsita de estanco es fabulosa ya que no entró una gota de agua y el celular estaba sequito y funcionando. Menos mal que no había llevado otras cosas como a veces hago, que salgo con bolso en el bote, o campera en invierno. Y que hacía calor!!!! Porque el agua estaba linda!!!
Luego vieron que pasaba prefectura, los llamaron y subieron el bote a tierra, lo dimos vuelta y le vaciamos el agua. Me temblaban los brazos de los nervios. Finalmente pude volver remando, custodiada por uno de los remeros que me ayudaron. Entre ellos juntaron las partes del bote que flotaban, un remo, maderitas, el asiento, el respaldo del asiento de timonel, el timón... Asi que aunque no sé quienes son les doy las gracias, uno no sé de dónde era, otro del Hispano y otro de la Marina, y también a los que me dejaron subir el bote para vaciarlo. Tuve suerte por lo que veo, porque me contaron que la semana pasada un kayak chocó o no se cómo dió vuelta un bote, que estos vecinos del lugar también subieron y ayudaron a vaciar de agua, pero el del kayak se fué y ni siquiera ayudó.
Un día en el que tenía que entregar el bote porque después se iban, por el día de la madre...un día en el que quedé con J para hacer picnic en Tigre después del remo. Y J vino después que yo, en tren, y ahi recién le conté, comimos algo, tomamos helado y nos volvimos, porque los días de la madre, son sagrados, la gente se acuerda de visitar a sus madres y las autopistas se llenan de autos, y la ciudad se inunda de amor filial.... Por suerte tenía remera , medias y zapatillas de repuesto, pero pantalones no, asi que estuve con los joggings pesados de agua, hasta llegar de vuelta.
Quedé cansada por los nervios y me duelen todos los músculos de hacer fuerza para agarrarme del bote, pero no tuve otro problema. Mi estado de ánimo, no muy bueno en relación a lo que pasó, porque no hice las cosas como debería haberlas hecho, era todo muy simple y los nervios me jugaron en contra. Supongo que es natural que eso pase, pero aprendí para otra vez.
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