Hoy 10 de octubre después de tantos años tuve un recuerdo para Rodolfo, Cococcio, Bebe, Papo, o como le dijeran. Y lo primero que recordé fué ese día en que lo ví en el tren, yo no recuerdo de donde venía pero sé que me bajaría en Drago o en Urquiza, viniendo desde Retiro. Él seguramente había subido en Colegiales, porque sé que fué ahi uno de sus últimos, o su último trabajo y se bajaría en San Martín, adonde vivía. Tratando de hacerme un lugar en el tren que venía bastante lleno, empecé a caminar por los vagones, y llegando a Belgrano R lo ví, estaba parado al lado de una de las puertas. Temí que me viera y quisiera saludarme o darme algún discurso, me asustó su cara en ese momento, estaba viejo y con aspecto enfermizo, para la edad que tendría en ese momento, aceleré el paso hasta el otro vagón, y me bajé en Belgrano R, una o dos estaciones antes de lo que tenía que bajarme, pero me asustó la idea de reencontrarme con él.
Al ir pasando el tiempo, al ir aflojando los rencores muy de a poco, al ir haciéndome yo cada vez más grande y poder ver las cosas cada vez a mayor distancia, vienen también algunos buenos recuerdos. Los recuerdos que fueron pequeños momentos felices cuando apenas yo tenía cuatro o cinco, o tal vez seis años. Y muchas veces cuando ando por Saavedra y recuerdo otras cosas y otras personas importantes en mi vida, también me veo parada viajando hacia la heladería en el frente de la motoneta, tomando con Rodolfo un helado de chocolate y frutilla, o de frutilla y limón en Firenze, con una cucharita de madera balsa o algo asi,que le daba al helado un sabor muy particular, o comiendo pizza en el Tren Mixto, frente a la estación. O también en el taller de motos del italiano Gianni, que era su gran amigo en esos tiempos en los que él no llegaría a los treinta años. Debo reconocer ahora que existieron esos pocos pero felices instantes. Que se equivocó mucho, que seguramente fué para mi el modelo de lo que no había que hacer en la vida, que seguramente tampoco supe hacer lo que había que hacer, aun teniendo este modelo, que lo intento, que no sé qué es lo que hay que hacer, si es que alguien lo sabe.
Hoy 10 de octubre era su cumpleaños, trato de ser objetiva en mis recuerdos y en mis sentimientos. Aunque debo decir que es casi seguro que si hoy me lo encontrara en el tren, volvería a bajarme...Con J aprendí mucho en éstos años, en las charlas con Z también aprendí a ver las cosas desde otros sistemas de referencia, fuera del mio. Puede ser bueno, a veces se puede, a veces el dolor es tan grande que no lo logramos, hay que ver pasar el bote del otro desde el bote de uno en movimiento, siempre se ven cambios, nada es de una forma o de otra, física pura.
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