Todos los años en sierra de la ventana, es la fiesta provincial de
los reyes magos. Desde la mañana llega muchísima gente con chicos a la comarca,
para participar de la fiesta. Vienen de localidades vecinas: Saldungaray, Bahía
Blanca, Tornquist, Villa Ventana, Pringles.....y se instalan todo en dia en
sierra. Cortan algunas calles ya que se instala un escenario ya que desde las
20hs o antes, hay espectáculos de canciones infantiles o folklore, en general.
También hay puestos de empanadas y choripanes en la plaza, y se pone en marcha
a full todo el comercio de la zona. Los pocos restaurantes que hay agregan
mesas en la vereda, y todos están abiertos hasta última hora. A pesar de este
cambio en el centro de la comarca, no se observan demasiadas alteraciones a la
calma de Villa La Arcadia, el barrio donde paramos siempre nosotros. La Arcadia
está a unas 8 cuadras de la estación y del centro, pero es un lugar muy
particular, solo se oyen los pájaros y el ruido de las ramas de los árboles, y
de noche las ranitas.
Después de los espectáculos de los que hablé, a eso de las 22hs,
suben al escenario los locutores, el locutor es uno de los dueños de una de las
inmobiliarias más importantes de la zona, y empieza a contar la historia de la
fiesta de los reyes magos en la comarca, es tedioso, porque siempre dice lo
mismo, y convoca a otros comerciantes notables de la zona al escenario, no
se... se escucha desde la cabaña parte de lo que dice.
A las 22, anuncia que los Señores Reyes Magos están por bajar del
Cerro del Amor, asi que ahi ya me pongo en campaña para salir a ver, porque el
cerro está prácticamente frente a la cabaña, con el terraplen del tren de por
medio. Los reyes bajan del cerro y están representados por la luz de una
bengala de diferente color cada uno. No recuerdo ahora que color le
correspondía a cada mago, pero son los colores del semáforo, se enciende una
bengala roja primero, representa a Melchor. El locutor habla desde el escenario
en el centro con Melchor, que supuestamente está en lo alto del cerro. Melchor
le dice que está bajando despacito porque viene muy cargado con los regalos
para los chicos. Empieza a bajar: se ve la bengala roja bajando del cerro. Y
ahi se enciende la bengala amarilla, es Gaspar. Se repite la historia de
Melchor, las conversaciones tipo radio, con el móvil desde el cerro para hablar
con los reyes. Y cuando empieza a verse la luz de la bengala amarilla bajando
del cerro, se enciende la bengala verde de Baltasar, y se repite la
conversación. Por esta zona de las pampas, los reyes vienen a caballo no en
camello.
Luego de las entrevistas con los reyes, cuando terminan de bajar
del cerro, se supone que cruzarán el dique del río Sauce Grande, la otra vez
que estuvimos en la fiesta, dijeron que lo cruzarían en canoa, esta vez lo cruzaron
por el puente, y de ahi se dirigen al cuartel de bomberos, que hay que decir
que es una maravilla de cuartel, y la autobomba los lleva al centro donde los
chicos los esperan. Son unas pocas cuadras desde que cruzan el dique hasta el
centro.
Mientras suponemos que los reyes estan cruzando y llegando a los
bomberos, subimos a las vias del tren, para ver el espectáculo impresionante de
fuegos artificiales, estuvo buenísimo realmente. Y después de que terminan los
fuegos artificiales seguimos por las vias hasta el centro y ya se anuncia la
llegada de los reyes, que efectivamente entran a caballo. Después de eso,
nosotros grandotes ya no tenemos más nada que hacer, y nos volvemos caminando
despacito a la cabaña a cenar. Más tarde volvimos al centro a ver si hay alguna
heladería con poca gente, pero no tuvimos exito ya que estaba todo lleno. La
fiesta de todos modos terminó antes de las 12 de la noche pero la gente siguio
comiendo por todos lados.
Después del relato objetivo de la fiesta de los Reyes, está lo que
me pasa a mi. Prácticamente arrastro a J hasta el terraplén de las vias para
ver a los reyes "bajando" del cerro, los fuegos artificiales y los
reyes llegando, porque en ese momento siento la ansiedad de una nena de 5 años,
creo, en ese momento, firmemente, que los reyes estan allá arriba y que bajan y
dan de beber a los caballos en el camino, y les pesan los regalos, creo todo.
Los puedo ver con sus trajes pesados y aterciopelados, sus turbantes y largas
barbas. Siento necesidad de volver a vivir en Saavedra con mis abuelos Yaya y
el Bue, con mi bisabuela Lala y en ese entonces mi papá viviendo alli,
poner los zapatos, no poder dormirme y al dia siguiente levantarme temprano y
encontrar una hamaca de madera pintada de rojo que fue colgada en uno de los
árboles del patio y fue el regalo más lindo que me trajeron los reyes. Siento
angustia también por no poder hacerlo, por no poder estar ahi más que con mis
recuerdos, el piojin que está siempre conmigo siente angustia, yo
lo trato de superar porque soy adulta y se supone que los grandes ya no
necesitan jugar en hamacas ni esperar a los reyes, pero estoy en una contínua
lucha con el piojin, también me niego a respetar esas reglas de los grandes, no
se bien como hacer para vivir como "grande" y hacer cosas de chico y
lidiar con los recuerdos que cada vez son más.
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