Hoy fui a remar. Hizo un calor terrible. La variante de hoy en el bote, fué que cruzando el Rompani iba nadando un perro y empezó a morder las palas de los remos, menos mal que todo quedó como estaba, ya me imaginaba dos cosas: llevar al perro conmigo en lo que quedaba del camino, o quedarme sin remos en caso de que el perro comiera las palas. Ni una cosa ni la otra, parece que sólo quería jugar.
Extrañé a MT. El sábado pasado fuimos al Tigre J, MT y yo. MT nació en Tigre y vivió muchos años alli, asi que la idea de remar la entusiasmó, y a un par de dias de su vuelta a Australia, nos acompañó. Mientras MT y yo remamos, J se fue a dar una vuelta por el puerto de frutos, aun no logré que quiera subirse al bote. Remamos bastante, más o menos el camino que hago yo habitualmente: desde el Nahuel, rio Tigre, cruzar el Lujan, Gambado, Rompani, hasta el Abra Vieja, volvimos por el Rompani, y el Sarmiento hasta el canal Buenos Aires, para retomar el Gambado. El Sarmiento como siempre complicado con oleaje los sábados porque hay muchas embarcaciones grandes. Yo no sabía remar quebrando, practiqué y me resultó mucho más efectivo y sin tanto esfuerzo, el bote se desliza más fácil. De hecho, en mi remada de hoy, observé que la mayoría de los remeros también quiebran. Y seguí practicando.
Cuando volvimos de remar, hicimos picnic, llevé unos sanguchitos, de queso, tomate, albahaca y rúcula para mi, y para J y MT, les agregué jamón. Después MT nos llevó a Vía Toscana, carísimo el helado, pero la verdad que es muy recomendable, hay algunos gustos muy originales. Pasamos un dia muy lindo.
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