jueves, 26 de enero de 2012

sueño 2: Enriqueta


Yo tenia un ramo de jazmines, los dejaba en la casa de Enriqueta. Ahí estaba enterrada Yaya. Pero cuando dejaba los jazmines, sobre la tumba de Yaya, ya no había nada ahí, estaba la lápida suelta, ya no estaba, y los jazmines quedaban en la tumba de al lado, que era la de la misma Enriqueta, que había muerto también.

Simple sueño, en apariencia. Habrá que seguir viajando al pasado y contar un poco quién es Enriqueta. 
Enriqueta es, supongo que es, realmente no tengo noticias de ella desde hace 10 años.... Es una vecina de Saavedra, vivió siempre en la calle Superí, entre Correa y el pasaje, frente a la casa de mis abuelos donde yo vivi hasta los 6 años. Después nos mudamos, pero siguió siendo vecina de Lela, que vivía justo en la esquina de Superí y Correa, asi que siempre supimos de ella, y ella de nosotros. 
Enriqueta creo que tendría unos 10 años menos que Yaya. Era " la solterona". Una mujer soltera independiente de más de 30, que no depende de ningún hombre para abastecerse, en ciertos ambientes sobre todo  para las señoras chusmas del barrio, que sí dependen de sus maridos para abastecerse,sigue siendo una  solterona. Un hombre soltero es un maestro, un ganador, de todos modos existe la figura del "solterón" también para hombres, pero creo que más leve. Pero bueno, la soltería de Enriqueta se la debía a los padres. El padre era obrero municipal, parece que era más bruto que un arado y les pegaba, a ella y al hermano, al que le decían " el negro", y la madre, una gorda , gordísima, que aceptado el casamiento de su hijo, luego de la muerte de su marido, obligó a la pobre Enriqueta a que la cuidaray mantuviera de por vida, y no permitió que se casara  o se pusiera de novia. Pasaban esas cosas antes, la sociedad siempre fué injusta con las mujeres, pero antes creo que era peor, sin dudas.

Cuando yo tenía unos 8 años, en ocasión de estar pasando mis dos semanas de vacaciones en lo de Lela en Saavedra, murió la madre de Enriqueta, doña Isabel. Yo en ese momento no tenía dimensión clara de lo desgraciada que había sido esta mujer con la hija, después por lo que me contaron Yaya y Lela, fuí cayendo en la cuenta. Recuerdo que  cuando Lela se enteró era de noche, llamaron por teléfono, y estaba con Lelo sentada en la puerta tomando fresco, y yo estaba siempre ahi en el porche con ellos, las noches de barrio eran hermosas cuando era chica. Me invadió un terror, un espanto indescriptible y no podía parar de llorar, porque tenía miedo de que esos funebreros trajeran el cuerpo desde el hospital donde había estado internada, ya que ahi mismo en su casa se haría todo el asunto. Se ve que me pude dormir, no me enteré de nada hasta el otro dia, y ya aparentemente a la mañana me había tranquilizado, por lo menos es lo que recuerdo, ya que Lela me mando a hacer unos mandados, y pasé por enfrente de lo de Enriqueta, y vi todo lleno de esas asquerosas flores, y de gente, y no recuerdo haber salido corriendo. Tampoco tenía mucha idea de lo que pasaba alli adentro, por supuesto no tuve que ir, no me hacían ir a esos lugares, nunca en mi vida fui, y decidí que no iré tampoco. El asunto duró dos días, infernal, demencial. 

Pasado un tiempo, años, no tengo idea de cuantos, Enriqueta se casó con su vecino de al lado, que era viudo y tenía un hijo. En mi familia se comentó bastante el casamiento, fué en la parroquia del barrio, y todo muy discreto, ella ya tenia creo que 48 años, y no era cosa de que comentaran mucho los vecinos. Pero fué un logro para Enriqueta. Fueron a vivir a la casa de ella. Muchos años más tarde, siendo ya grande el hijastro, me enteré que estaba trabajando en el cementerio. Todo un tema en esa familia. Enriqueta me llamó por teléfono para avisarme que Lela estaba internada, ya creo que van a hacer 12 años  en estos días de enero desde que Lela dejó de estar internada para dejar de estar, aun me resulta difícil decir que murió, muy difícil de aceptar. Después de eso, no supe más nada de Enriqueta, ni volví por ahi, ni tengo intenciones.

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