En estos días no pude escribir porque el recuerdo de mi muy especial amigo Dani me daba vueltas en la cabeza. Fué su cumpleaños el 12 de marzo, quería saluarlo, lo busqué en facebook varias veces, ya que no me escribía más, y lo atribuí a que en uno de los últimos mail que le escribí yo estaba disgustada porque se lo había dedicado a mucha gente y no sólo a mi. Y sí, él agradecía y deseaba, sólo desde sus deseos, comer un asado con los amigos, pero estaba enfermo, pienso que tal vez no le pudo escribir a cada uno en particular. Muchas veces le mandé mensajes de texto, y tampoco los contestaba. Tenía ganas de verlo, o por lo menos hablar por mail con él, me pareció raro tanto tiempo sin comunicarse, debo decir que sospechaba lo que sucedió pero no quería saberlo. Finalmente el otro día busqué directamente en google y después de unas cuantas páginas apareció la noticia de su muerte en el 2008, la comentaban en un foro en el que participaba. Creo que fué una forma de crecimiento, enfrentarme a la búsqueda y confirmarlo, doloroso como todo crecimiento, como todo cambio. El otro día en la pileta, mientras nadaba no pude hacer otra cosa que recordar muchos momentos juntos, nada más, lo bueno y lo malo de cada uno, las cosas que tuvimos en común y las que no.
Me resulta difícil imaginar que realmente no nos vamos a ver más ni hablar, ni nada, que no podré contarle todo lo que estoy haciendo, que no leerá este blog, que nada excepto lo que queda en mi recuerdo de él va a participar en mi vida. Tenía que saberlo, estoy más tranquila, tengo que borrar su número en el celular, su mail en la agenda de direcciones, nada más que eso. Nada menos que eso. Mientras nadaba, también me vino a la mente una canción infantil , que quedaría ahora con su nombre, y es lo que siento :
".... si el cielo fuera tinta, y el suelo fuera papel,
le escribiría una carta a mi querido Daniel...."
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