miércoles, 25 de julio de 2012

días aburridos

Los días en los que uno está enfermo son bastante aburridos, aunque a decir verdad son la única excusa que nos podemos poner para no hacer nada. Más allá de los días frios que estamos teniendo en BA, la nostalgia de las vacaciones, a veces aún me despierto pensando que estoy en Mendoza, no tuve ganas de hacer nada, así que por lo menos por un par de días pude tomar la merienda viendo en internet los Juegos Olímpicos, 
pude ver la ceremonia inaugural y algunos deportes de los que nunca se habla. Igualmente aún no empezaron las clases, aproveche para hacer algún trabajo en la compu, y la verdad no tengo ganas de salir a la calle, no tengo ganas de ver a la gente, estoy muy cansada.

martes, 24 de julio de 2012

último día, al doctor

Ultimo día. El gran desayuno del hotel siempre es un refuerzo para comenzar el día , pero la verdad es que al transcurrir de las horas me fuí sintiendo cada vez peor de la garganta. A la mañana tratamos de ir al doctor de osplad pero nos dijeron que teníamos que ir a buscar una orden a la zona en la que habíamos estado ayer, como era lejos y yo no tenía ganas decidimos esperar un poco y fuimos mientras tanto al barrio cívico. Ahi está la municipalidad y se puede acceder al 8° piso, y desde allí sacar unas buenas panorámicas. Tan mal me sentía que le dí la cámara a J porque ni fuerza tenía para sacar fotos, con lo que me gusta. Asi que cumplida esa visita, dejamos por escrito lo que nos había sucedido en el asalto del otro día, y caminamos hacia el negocio de comida vegetariana que hace unos días descubrimos, donde compramos varias veces para cenar, y hoy, ya para cenar pero en BA, ya que al llegar sabíamos que no tendríamos nada de comida en casa. Después sí, me quede tomando sol en la terracita del hotel, ya que el sol que nos toco todos los días fué una maravilla, y J fué a conseguir la órden para el médico. Fuí finalmente al otorrino, que quedaba a dos cuadras del hotel, como pensaba me encontró una faringitis y ya comence allá a tomar los antibióticos. No me sentí tan mal como para querer estar en la cama, pero  muy cansada. Otras veces me pasó, creo que influyeron los nervios del asalto en mi garganta. 
El viaje de vuelta fué bueno, fuimos al aeropuerto en colectivo, no fué una buena idea, porque fué por zonas bastante marginales, ya era de noche, y la verdad, más allá de que el bondi iba lleno y yo me sentía mal, me daba miedo y también impresión después de lo del otro día, ver esos lugares. Llegar al aeropuerto me tranquilizó, ahí todo fué rápido salvo que no sabían si nos iban a derivar el aterrizaje a Ezeiza, debido a una huelga de controladores en el aeroparque, por suerte no pasó. Aerolíneas bien, como a la ida, la verdad contentos. Más allá de los inconvenientes, pensé en volver a Mendoza.
Aquí algunas panorámicas tomadas desde la municipalidad.




la terraza de la muni
 










lunes, 23 de julio de 2012

barrio histórico: poco para ver

Queda un día y medio de vacaciones en Mendoza, cansados del trajín de ayer. Dormí mal, no podía dejar de pensar en la imágen de los 3 malandras alrededor de J y me angustiaba. Decidimos recorrer lo que nos quedaba de la ciudad: el barrrio histórico y el barrio cívico.
Caminamos hasta el barrio histórico, hay un convento, descuidado por completo, y donde aparentemente, no sé si en todo el edificio pero por lo menos en una parte, funciona una especie de geriátrico. Uno de los lugares que aparece en los mapas y al que no se puede acceder, o por lo menos no dan muchas ganas...por ahora...Una plaza, histórica, de la fundación de Mendoza, con unas placas en el piso, y un museo, cerrado los lunes.
plaza Pedro del Castillo




museo fundacionarl, cerrado los lunes, ni un cartel que lo diga






La cena, compramos al mediodía comida vegetariana, y la verdad que en el hotel son super amables, nos guardan la comida en la heladera, y a la noche  la calientan en el microondas y nos sirven la mesa, a todos los que queremos comer en el comedor, unos cuantos, porque el lugar es agradable y ellos muy amables con nosotros, en especial José, que está por las noches. También tiene un "ciber", dos computadoras en el comedor para quien necesite, y wifi en todas partes. Recomendable el hotel boutique Abril. Otras veces pedimos pizza, y un par de veces afuera. No vimos una gran variedad de restaurantes en la zona céntrica, probablemente estén en alguna otra parte de la ciudad, sin embargo La Marchigiana donde comimos las pastas, también es muy recomendable. Los de la peatonal no parecen muy buenos, de hecho el primero al que fuimos tenía una promo, y fué un desastre.

domingo, 22 de julio de 2012

el peor día de vacaciones: malandras

Decidimos no hacer mucho debido al cansancio que nos duraba de la excursión, asi que consultamos en el hotel qué lugares podríamos visitar en la ciudad, ya que por lo visto los domingos en el centro no hay un alma, tal como en BA. Nos recomendaron el parque Gral. San Martín, nos indicaron una zona de lago como un lugar recomendable para tomar mate, y para allá enfilamos, con el termo listo para la tarde. El otro día llegamos, pero solo al pórtico porque ya habíamos caminado mucho, pero esta vez fuimos directo. El parque está bueno, es grande, pero la verdad es que se parece bastante a los bosques de Palermo, me pareció un poco como estar en BA.

ese es un lago similar a los de Palermo, no tan grande

otra vista, del otro lado


el sendero de plátanos, lindo...
 Después de ver en el mapa y hacer un recorrido por parte del parque, ya que tiene una gran extensión, llegamos al final al zoológico y al cerro de la gloria, zonas que me decepcionaron bastante, por la cantidad de gente, en su mayoría familias con chicos, en gran cantidad. Observé suciedad y me desagradó bastante la subida al cerro. Lo hicimos, ya después de caminar muchísimo, sólo para sacar alguna panorámica, ya que valía la pena por las fotos, pero nada más que para eso. Al bajar del cerro, no supimos bien por donde volver, ya que para el lado del zoológico, que fué por donde entramos, la gente proliferaba y decidimos ir por el otro lado,bordeando el cerro. Caminamos bastante, detrás de unas personas, y después quedamos solos, llegamos hasta un punto,que encontramos en el mapa y pensábamos que ibamos a encontrar el camino de vuelta, pero vimos que estaba muy difícil y decidimos retroceder. El camino estaba lleno de basura y se veían zonas marginales a un costado. Me adelanté a J un poco por el apuro y otro poco porque ´se detuvo a sonarse la naríz, y cuando me di vuelta lo vi rodeado de 3 malandras, el miedo que tuve fué tremendo, pensé que le iban a pegar, o peor. Quise acercarme, inconcientemente, porque no debía hacerlo, y empecé a gritar, vi que los malandras, que eran pibes de menos de 20 años, se iban rápido con mi buzo rojo, que llevaba J en la mano, la bufanda de J y el bolso de mate. Evidentemente estaban apurados y no fueron por más ni se acercaron a mi, menos mal. Por suerte J ya se acercaba y estaba bien. Eso fué lo más importante, que estábamos bien. Lo que nos robaron, poco: la billetera de J con algo de plata y una cédula, el bolso de mate con termo,mate, el buzo , la bufanda y los anteojos de J. Nada más, pero el momento fué horrible, y nunca le dí tanto valor a estar bien y  juntos.

Después la caminata fué terriblemente larga ya que buscamos policías, que recién encontramos en el medio del parque,  no en el lugar adonde creo que debería haber alguno, y nos mandaron a una comisaría que quedaba bastante lejos. Asi que fuimos hasta allá a hacer la denuncia, y yo me volví al hotel antes porque había que esperar. Ya en el  hotel José, que nos hizo sentir muy bien durante toda la estadía, me dió un té de tilo y me informó acerca de la villa por la que pasamos, se llama la favorita, y parece que es muy peligrosa, así que más aún celebré que estábamos bien. Siempre lamentamos las cosas perdidas, por pocas que sean, a mi buzo rojo le tenía mucho cariño porque hacía mucho que lo tenía, de hecho estoy con él en la mayoría de mis fotos , y J también hacía mucho que tenía su bufanda, pero también sabemos que son cosas nada más , y lo más importante es que acá estamos.

Acá algunas fotos en el cerro de la gloria, y algunas panorámicas tomadas allí.
J aun con mi buzo, su bufanda y sus anteojos.


casi al pie del cerro, al fondo caminos no recomendables

Cuando llegué y me tranquilicé fui a comprar un termo nuevo, para el mate del lunes, nos duchamos y agotados del día que pasamos, fuimos a cenar afuera unas pastas bárbaras, nos tomamos una botella de rico vino para celebrar el cuidado con el que algún ángel que mucho nos quiere  nos trató hoy.

sábado, 21 de julio de 2012

alta montaña 4: puente del inca


 Después de la nieve, fuimos en la combi hasta el túnel que es el límite con Chile y después bajamos en Puente del Inca. Ahi la parada fué más larga porque fuimos a una hostería a almorzar, y por supuesto para ir al baño. Nosotros nos habíamos llevado unos sanguchitos, pero los demás compañeros no, asi que nos "aislaron" en otro sector, diferente del de restaurant. Había una tele vieja con un equipo de música y estaban con un canal musical, unos sillones viejos , unas mesas para comer, y una barra con bebidas, una especie de comedor, boliche, salón de usos múltiples (SUM) como se dice ahora... Todo muy bizarro, pero a la vez gracioso y totalmente justificado, dado que Puente del Inca es uno de los lugares más aislados. Estaba muy confortable y daban ganas de quedarse, considerando la temperatura y el viento que había afuera.  Más tarde llegó otro micro más "popular" donde muchos se traían la comida, asi que pronto el SUM se llenó de gente, pero estuvimos muy bien. Aquí algunas fotos en el lugar.



J bebiendo mate cocido, detrás la tele y la barra



vean esa cara, los efectos del mate cocido
En cuanto terminamos de almorzar salimos a caminar un rato, vimos las ruinas de un hotel de lujo construído alrededor de 1925,adonde llegaban directo con el tren, la mayoría desde Buenos Aires, sin hacer escala en Mendoza. Se cuenta que cada habitación tenía su baño termal, tomaban su baño caliente sin pasar frío al salir.

al fondo las ruinas del hotel
Aquí algunas fotos  de la época que conseguí en 


hotel en 1939
el tren llegando a Puente del Inca hacia 1950
Vimos un barrio militar, la escuela, el correo y lo que queda de la vieja estación de   Puente del Inca


la escuela
la cabina telefónica


las vías y lo que queda de la estación
correo argentino


A la vuelta paramos en Penitentes, para sacar un par de fotos, y luego, el viaje de vuelta, casi de un tirón, con una sola escala en Uspallata para devolver los equipos que habíamos alquilado. La vuelta se me hizo larguísima, son unas 4 hs en total, de Uspallata más o menos 2hs y media. No sé si fué el cansancio, la falta de la voz del guía que entretiene, pero la mayoría dormimos o por lo menos en mi caso, de a ratos dormité y de a ratos saqué alguna foto de las montañas del otro lado, que no había visto a la ida. Tienen unos colores espectaculares.
una vista de Penitentes, no tan desierto como Puente del Inca
super contentos
acá se ven las formas de los monjes penitentes en las montañas
si me permiten, me recuerda el chocolate con merengue :)
Y estas que siguen sacadas desde la combi en el viaje de vuelta

observar el precipicio, es lo q parece un paredón